El impago de salario es algo que le puede pasar a cualquiera que trabaje para cualquier empresa. Si este es tu caso, sigue leyendo ya que lo que vamos a contar podría suponer la diferencia entre cobrar o no cobrar nunca. Sigue nuestros consejos de abogado laboralista.

Averiguar la situación de la empresa

El primer paso que has de dar es el de hablar con tus superiores para aclarar lo que está ocurriendo. El impago de nóminas puede deberse a una situación puntual que tiene una solución pronta o puede deberse a un problema estructural.

Si es la segunda opción, el asunto se vuelve más serio ya que muy probablemente la compañía esté en peligro de quiebra. En cualquier caso, cuentas con varias opciones.

La primera de ellas es presentar en el CMAC una papeleta de conciliación. Este organismo es el centro de arbitraje de la provincia por lo que te ayudará a mediar con la empresa.

Mediante dicha papeleta puedes hacer dos cosas. La primera es reclamar la cantidad que te deben con inmediatez. Y la segunda es pedir la rescisión de tu contrato y el pago de lo que te deban.

Tras esto, pueden ocurrir tres cosas. Las dos primeras podrían llevarte a juicio y son que la empresa no se presente o que no te ofrezcan un acuerdo satisfactorio. La tercera opción es que lleguéis a un acuerdo y todo se solucione.

En el caso de que fueras despedido y no te hayan pagado, tienes un año de plazo para reclamar a la empresa lo que te debe. Y si mientras reclamas tu dinero te despiden, puedes impugnar el despido en un plazo de 20 días.

En cualquier caso, lo mejor que te podemos recomendar es que te pongas en contacto con un abogado laboralista que te asesore y te aconseje. No lo dudes más y lucha por tus derechos.