La indemnizacion por despido es la cantidad económica a la que un trabajador tiene derecho en algunos supuestos, cuando se produce un cese de la relación laboral con su empleador. Su cuantía varía dependiendo, sobre todo, de tres condicionantes: la cantidad total bruta de lo que cobra el trabajador en concepto de salario, el tiempo que lleva trabajando en la entidad de la que es despedido y la clase de rescisión del contrato a la que se enfrenta.
Los supuestos con derecho a percibir indemnización son el despido objetivo y el despido improcedente. En el caso de los despidos procedentes, no existe esta posibilidad, pero si la de cobrar la cantidad denominada como finiquito (días de salario debidos en el mes del despido, vacaciones no disfrutadas, pagas extraordinarias y otros pluses y horas extraordinarias).
Cuando expira una relación laboral con derecho a indemnización, este concepto debe estar claramente especificado en la documentación que la empresa entrega al trabajador al finalizar la relación laboral y separada del finiquito.
El despido objetivo
Es el que se produce cuando la empresa alega razones como causas económicas, de producción, organizativas o técnicas, faltas de asistencia reiteradas al puesto de trabajo, por considerar al trabajador inepto en su desempeño, porque este no se adapta a los cambios técnicos o, en casos de entidades sin ánimo de lucro, cuando la entidad no dispone de la cantidad consignada para el puesto.
El despido improcedente
Ocurre cuando la empresa no puede demostrar que el trabajador haya incumplido sus requerimientos o la finalización del contrato no se ajusta a las exigencias formales necesarias. Ante ello hay dos opciones: readmitir al empleado o abonar una cantidad en concepto de indemnización que, si el contrato es posterior al 12 de febrero de 2012, corresponde a 33 días por año trabajado, con un tope de 24 meses.
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