¿Qué es el concurso de acreedores?

El concurso de acreedores es un mecanismo legal disponible para personas físicas y empresas que se enfrentan a la dura situación de no poder hacer frente a sus obligaciones.

Este mecanismo es un proceso judicial, y su principal finalidad es la de lograr un acuerdo entre la persona física o jurídica que ha llegado a una situación de insolvencia y sus acreedores. Si te encuentras en esta situación, este acuerdo te ofrece la posibilidad de continuar con tu actividad. Al mismo tiempo, intenta proteger los derechos de los acreedores para ver resarcido su crédito.

El procedimiento concursal se regula en el Real Decreto Legislativo 1/2020 de 5 de mayo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley Concursal. Esta norma se encuentra en vigor desde septiembre de 2020.

Inicio del concurso de acreedores

La solicitud de inicio del concurso deberás realizarla como persona legitimada y nunca podrá ser declarada de oficio por el Juez. Se entiende que los legitimados para instar el proceso son el deudor y los acreedores. En el primer caso se habla de concurso voluntario. Si se insta por los acreedores, se habla de concurso necesario.

Esta solicitud de inicio es obligatoria para el deudor y es necesario realizarla con la ayuda de un abogado. La Ley establece la obligación de solicitar la declaración de concurso en los dos meses siguientes a la fecha en la que tuvo conocimiento de su estado de insolvencia.

Debes presentar la solicitud ante los Juzgados de lo Mercantil. Una vez declarado el concurso, el Juez nombrará un administrador concursal y establecerá sus facultades y el mecanismo de rendición de cuentas, entre otros aspectos. Se trata de una figura muy importante cuya función es la de asistir y representar al deudor y ejercitar acciones en nombre de los acreedores.

Finalización del concurso de acreedores

Las posibles soluciones a las que puedes llegar a través de un procedimiento concursal son un convenio entre deudor y acreedores, que a su vez puede contemplar esperas o aplazamientos de los pagos, una quita o reducción de tus deudas, así como la imposición de cambios en la estructura corporativa para asegurar la viabilidad de la empresa. Si la salvación de tu empresa o de tu patrimonio no fuera posible a través de este mecanismo, se pasaría a la liquidación ordenada de la misma o a su venta.

Concurso de persona física

Te recordamos que, en el caso de las personas físicas y autónomos, se puede recurrir a la ley 25/2015 de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, conocido como concurso de acreedores de persona física, que permite quedar exonerado o renegociar deudas con la finalidad de empezar de cero. Para ello puedes contar con nuestra ayuda como tus abogados.

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