Cuando se da una separacion o un divorcio, el uso de la vivienda familiar habitual se atribuye a uno de los dos integrantes del matrimonio. Aunque normalmente la propiedad sea de los dos, el derecho en sí de utilización es lo que se concede a uno ellos. Con frecuencia, el miembro que comienza a vivir en ese hogar se acaba llevando a su nueva pareja. ¿Está permitida esta práctica?
Se trata de una situación bastante común que, como podrás imaginar, puede no gustar demasiado al cónyuge que no disfruta de la vivienda. En estos casos, todavía queda una vía legal a la que acudir. El ex cónyuge perjudicado podrá solicitar la extinción de este uso al juzgado. De este modo, será posible que se venda la misma o que uno de ellos se la quede pagándole al otro la mitad del importe de tasación de la propiedad.
La modificación de las circunstancias
Si estás en este escenario, se ha dado una modificación esencial de las circunstancias de la separación, las cuales, en su día, generaron que se le atribuyera a tu ex pareja la utilización de la vivienda familiar. Cuando se producen este tipo de hechos, podría entenderse que el poseedor del derecho está cometiendo un abuso de dicho derecho, además de un enriquecimiento injusto. Ambos argumentos servirán de base para poder presentar una demanda que modifique la situación.
En resumen, cuando un o una ex pareja, tras la separacion, convive con su nueva pareja de manera marital en el hogar familiar que en su momento le fue atribuido, se pueden tomar medidas legales. Con unos buenos abogados que te acompañen durante el proceso, podrás solicitar la venta o que se extinga el derecho de uso, ya que tú también eres un propietario y dicho derecho de uso no es ilimitado.
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