Un despido puede llegar en cualquier momento. Lo esperes o no lo esperes, y no siempre estarás preparado. Sin embargo, hay que saber afrontarlo, tanto a nivel emocional como a nivel legal. Así que si de repente tu jefe te sorprende con una carta que pone fin a vuestra relación laboral, conviene que estés preparado y sepas cómo reaccionar.
Un despido no es el fin del mundo
En el momento en el que te entregan la carta anunciándote que en quince días ya no trabajarás en la empresa, es posible que te invadan emociones como la rabia, la ira, la impotencia o la tristeza. Pero tienes que mantener la calma y la mente fría. Probablemente hayas sido el último en enterarte, aunque la documentación ya estaba preparada de antemano y los diferentes departamentos de la empresa ya estén coordinados e informados.
Lo primero que tienes que hacer es no firmar nada, aunque te entren ganas de irte a la primera o de romper ese papel. No lo hagas. Coge la documentación que te entreguen y consulta con un experto legal. Un abogado especializado en derecho laboral podrá asesorarte sobre la legalidad del despido y los derechos que te corresponden.
Si las razones cumplen con la normativa en derecho laboral vigente, la indemnización y el finiquito son correctos, el abogado te aconsejará que lo firmes. Pero si no es así, tendrás que optar por las herramientas legales que tienes a tu disposición para defender tus derechos. Será el letrado quien te aconseje si tu firma debe ir acompañada de un "no conforme" para empezar a reclamar lo que realmente te corresponde.
Un despido es una situación en la que te puedes ver en cualquier momento y, como todas las situaciones duras de la vida, exige una fase de dolor a la que sigue la aceptación y adaptación. La vida continúa y tienes nuevas oportunidades ante ti.
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